Nicanor Rodríguez, creó un tipo de hojaldre, recordemos que el hojaldre es una elaboración que se caracteriza por estar formada por múltiples y finas capas de masa crujiente que le dan esa textura tan especial, siendo la mantequilla, margarina, junto con la harina y la yema de huevo sus ingredientes principales.
El origen del hojaldre, algunos lo sitúan en la repostería que se hacía en los monasterios y conventos, y otros lo sitúan en que fueron las invasiones musulmanas las que trajeron a la península la receta de los mismos.
Al ser Boñar un pueblo de la montaña de León, de gran tradición minera y ganadería del vacuno, Nicanor utilizaba de manera única, la mantequilla que se elabora con la leche de las vacas de la zona. Llegando a desarrollar un tipo de hojaldre, que en esos tiempos les llamaban "Hojaldras", de unos cinco-seis cm de alto con forma de estrella con las puntas redondeadas, que , tras la cocción, son espolvoreados con azúcar glasé para darles ese sabor dulce, los cuales los disponía en bandejas en su establecimiento de nombre "Casa Nicanor". Los clientes, sobre todo los alojados y las visitas que acudían al balneario, acudían a comprar esas "Hojaldras", y poco a poco, fueron los mismos los que terminaron llamándoles "Nicanores" por el nombre del establecimiento.
Tras el fallecimiento de Nicanor Rodríguez en el año 1910, sus hijos continuaron con la pastelería en Boñar. Al tener siete hijos, y ser Boñar una Villa, a finales de los años cincuenta, con la migración del campo a la ciudad, dos nietos, entre ellos el mayor, José María Rodríguez, junto con su hermano Luis, se trasladaron a Madrid, donde inauguraron en 1959 una tienda "Pastelería Boñar".Y en el año 1978, adquirieron un obrador en la calle Azcona 33, donde en la actualidad se siguen elaborando exactamente igual que a finales del siglo pasado tal como los creó Nicanor Rodríguez.
Actualmente, continúan, tras el fallecimiento de José María en 2005 y Luis en 2011, los hijos de los mismos, y por tanto Bisnietos de Nicanor Rodríguez, iniciándose ya los tataranietos, por lo tanto la quinta generación, en la elaboración de los mismos. Los "Nicanores del Boñar", son una marca registrada y sólo los auténticos los envasados por la familia en los que se puede distinguir la marca de registro, dado que por calidad, en alguna ocasión han sido objeto de plagio. A lo largo de todo este tiempo han sido objeto de premios y reconocimientos, tanto a nivel provincial en León, donde por razones de familia hay una estrechísima vinculación, como Autonómicos, Nacionales e Internacionales.