Almendra Marcona cruda

Las almendras americanas han ido poco a poco abriéndose paso en el mercado nacional gracias a su alto contenido en fibra y a que son relativamente bajas en grasa en comparación con otras variedades como la marcona o la largueta. Es una de las primeras opciones de la industria alimentaria, y por este motivo su uso está muy recomendado para la elaboración de postres y otro tipo de alimentos, aunque esto no quiere decir que no se pueda disfrutar, al igual que el resto de variedades, como snack dentro de una dieta equilibrada. Las almendras son más ricas en proteínas que la propia carne, por lo que su consumo habitual puede cubrir las necesidades de las personas vegetarianas siempre y cuando se combinen con otros alimentos que aporten otros aminoácidos esenciales, como las legumbres, los cereales o las semillas. Las almendras también son ricas en ácidos grasos esenciales, protectores del sistema cardiovascular.

Es por ello que un consumo regular de este fruto seco está asociado a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, como anginas de pecho, infartos o hipertensión. Al contrario de lo que ocurre con otros alimentos ricos en azúcares simples, como la miel o la bollería industrial, la mayor parte de los hidratos de carbono de las almendras son de absorción lenta, es decir, aportan energía a medida que el cuerpo requiere de ella, sin alterar los niveles de azúcar. Esto es una gran ventaja para las personas diabéticas, ya que pueden acceder a un gran fuente de energía con un índice glucémico bajo. Su enorme cantidad de fibra, vitaminas B y E, fósforo, calcio, sodio, potasio, magnesio, hierro o zinc ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer, activan el sistema digestivo y el tránsito intestinal, incrementan la actividad cerebral, hidratan la piel o mejoran la firmeza de los huesos, entre otras ventajas añadidas.