Anacardo frito Ignacio López, tarrina de 250 gr.
Ingredientes: Anacardo, aceite de girasol y sal
Puede contener sésamo, altramuces, cacahuetes y otros frutos de cáscara.
Conservar en lugar fresco y seco, entre 4 y 8 grados recomendados.
Ingredientes: Macadamia
Puede contener sésamo, altramuces, cacahuetes y otros frutos de cáscara.
Conservar en lugar fresco y seco, entre 4 y 8 grados recomendados.
Las nueces de macadamia, también conocidas como nueces australianas, son un seguro de salud gracias a su gran cantidad de grasas insaturadas beneficiosas para la salud cardiovascular. Estas grasas saludables para el corazón y el sistema circulatorio, entre las que destacan los ácidos grasos monoinsaturados como el omega-9, o poliinsaturados como el omega-3, controlan la presión arterial, cuidan el corazón y las arterias y reducen de manera notable los niveles de colesterol malo, causante de innumerables enfermedades.
Está científicamente probado que consumir regularmente nueces de macadamia reduce el riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares, así como muerte por enfermedad cardiaca coronaria. Por este motivo, incorporar este fruto seco a la dieta está especialmente indicado para personas con hipertensión o con altos niveles de colesterol. Sin embargo, deben consumirse con moderación, sobre todo durante una dieta de adelgazamiento, debido a su gran aporte calórico. La macadamia, de un color cremoso, forma redonda y un diámetro de unos 2 o 3 centímetros, se caracteriza dentro del grupo de las nueces por su exquisito sabor y textura.
Además de estas propiedades cardiosaludables, este fruto seco incorpora otros nutrientes como proteínas (un 10% de su composición), hidratos de carbono (13%), fibra, vitaminas C y E y minerales. Para disfrutar de todos estos beneficios es recomendable consumirlas crudas, ya que la cocción elimina muchas de sus propiedades. Las nueces de macadamia son una fuente natural de minerales, sobre todo de potasio, fósforo y calcio. El potasio es un excelente diurético (elimina la sal y la retención de líquidos), interviene en la formación de proteína, mejora la salud del corazón y los riñones y activa el funcionamiento del sistema nervioso, entre otras funciones.
Por su parte, el fósforo y el calcio ayudan, principalmente, a la formación de los huesos y los dientes y a mantenerlos en perfecto estado de salud. Estos beneficios son especialmente importantes para niños en edad de crecimiento y en personas con dolencias óseas como la osteoporosis.