Las uvas pasas de Málaga son especialmente apreciadas por su delicioso sabor afrutado, su fina piel, su aroma inconfundible, su textura delicada y su gran tamaño. Estas uvas están secadas al sol de manera natural y utilizan frutos maduros de la variedad Moscatel, muy aromáticos y ricos en azúcar. No en vano, con esta variedad de uva se elaboran vinos dulces, mistelas, mostos y caldos secos y espumosos. Durante el proceso de secado la uva se deshidrata casi por completo para potenciar aún más su dulzor e incrementar su contenido en nutrientes. Casi el 80% de su composición son hidratos de carbono de fácil asimilación, ideales para la práctica deportiva, ya que aportan vigor y energía de manera inmediata. Es un alimento muy rico en fibra soluble, cuya función es doble: por una parte ayuda a regular el tránsito intestinal y, por otra, contribuye a reducir el colesterol, ya que dificulta su absorción.
A pesar de ello las pasas no están indicadas para las personas con colesterol alto derivado de la obesidad por su elevado aporte calórico. Junto a los hidratos de carbono y la fibra, en la composición nutricional de las uvas pasas encontramos altos niveles de provitamina A o betacaroteno, que se transforma en vitamina A. Esta vitamina es indispensable para la formación de los tejidos y las mucosas y para reforzar el sistema inmunológico. Además, posee importantes cualidades antioxidantes que combaten los radicales libres causantes del estrés oxidativo. No menos importante es su contenido en vitamina B3, que contribuye a transformar los hidratos de carbono en energía y a regular el sistema nervioso.
Tiene grandes beneficios para personas con estrés, nerviosismo, depresión o problemas de insomnio. Las uvas pasas de Málaga son ricas en minerales como el potasio, el magensio, el hierro y el calcio, por lo que tienen propiedades diuréticas, activan el sistema nervioso, controlan el funcionamiento de los músculos, previenen los calambres, fortalecen los huesos y los dientes, combaten la anemia, etcétera.