De color blanco cremoso, con textura equilibrada, en la que se percibe la resina del pinar en el aroma y el paladar. Son ricos en ácidos grasos, proteínas y fibra, con gran valor tanto nutricional como organoléptica. Sabor a resina que nos traslada a los pinares de la estepa castellana, y no en vano por sus tres años de maduración en pinos que reciben el paso de la resina.
Gracias a la apertura de las piñas con el sol de Castilla, conservan todas las propiedades sin perder ningún sabor resinoso y su color dorado apetecible.
De color blanco cremoso, con textura equilibrada, en la que se percibe la resina del pinar en el aroma y el paladar. Son ricos en ácidos grasos, proteínas y fibra, con gran valor tanto nutricional como organoléptica. Sabor a resina que nos traslada a los pinares de la estepa castellana, y no en vano por sus tres años de maduración en pinos que reciben el paso de la resina.
Gracias a la apertura de las piñas con el sol de Castilla, conservan todas las propiedades sin perder ningún sabor resinoso y su color dorado apetecible.